Cuando no es lo mismo digitalizarse que transformarse
Paco se levanta a las 6 de la mañana para ir a trabajar desde hace más de 40 años. Lo suyo son las cisternas industriales. Así, a priori, puede parecer un sector poco atractivo y nada romántico, pero a Paco es lo que más le gusta. Tanto, que después de cuatro décadas al pie del cañón, le sigue ilusionando como el primer día. Uno de sus hijos, Sergio, trabaja con él, y poco a poco va tomando más responsabilidades en la gerencia de la empresa.
Ayer por la tarde tuvieron una conversación: “Hay que digitalizar el negocio papá, y llevar a cabo una transformación digital”, le dice Sergio a Paco. Y ahí empieza el lío… ¿Digitalización? ¿Transformación digital? ¿Qué necesita realmente la empresa de cisternas industriales de Paco? ¿Debe iniciar un proceso de transformación digital o simplemente debe digitalizarse?
En el siguiente artículo te contamos las diferencias entre ambos conceptos (que tienden a mezclarse y confundirse) y vamos a distinguir, a través de ejemplos reales, cuando una empresa se enfrenta a un exhaustivo proceso de transformación digital, o simplemente, necesita digitalizarse para hacer más eficientes sus procesos de trabajo.
Digitalización vs. transformación digital. Definiciones y diferencias
Los conceptos transformación digital y digitalización suelen utilizarse como sinónimos, pero no lo son. De hecho, tienen significados y definiciones muy distintas. Por tanto, no pueden ser el café para todos aplicado a cualquier organización, institución o empresa que necesite actualizarse en línea con las nuevas tendencias empresariales marcadas por la era digital.
En algunos casos tendremos que ir incorporando paulatinamente la digitalización a los procesos empresariales; en otros, por el contrario, será necesario sumergirnos en la transformación digital completa de la compañía; y en un tercer escenario híbrido, tendremos que implementar ambos procesos de forma secuencial.
- Cuando hablamos de digitalización nos referimos a la adaptación de los procesos tradicionales que se desarrollan en una empresa a su versión digital, es decir, empleando tecnologías digitales con el objetivo de ser más eficientes y competitivos ahorrando tiempos y costes. Por ejemplo, las facturas de una empresa pueden pasar del formato físico al digital escaneándolas, pero la digitalización pasaría por crear un entorno web en el que se automaticen los procesos de generación y emisión de facturas.
- Cuando hablamos de transformación digital nos referimos a un proceso más profundo y complejo. Según la RAE, “transformar” es: “hacer cambiar de forma a alguien o algo”; “transmutar algo en otra cosa”. Partiendo de esta definición, la empresa que afronta una transformación digital no solo introducirá cambios y actualizaciones en sus procesos empresariales, sino que transformará por completo su modelo de negocio, el corazón de la empresa. Es una reinvención total y absoluta de la empresa que muta hacia otra forma de negocio. En los procesos de transformación digital encontramos dos variables comunes que se repiten: el uso masivo de datos y el cliente en el centro de la estrategia de negocio.
Un ejemplo práctico. ¿Fabricar chupetes o desarrollar un servicio de pago por uso de salud infantil?
Pongamos un ejemplo real. Una empresa que diseña, fabrica y vende chupetes al uso, de los de toda la vida, puede digitalizarse implementando las tecnologías digitales al incorporar, por ejemplo, un CRM (Customer Relationship Management) en sus procesos de trabajo para agilizar, ordenar y optimizar la gestión con sus clientes centralizando toda la información en una única plataforma digital. Hasta ahí parece sencillo.
Sin embargo, el caso real de esta empresa de chupetes es que inició un proceso de transformación digital, modificando por completo su modelo de negocio. Esta pyme que fabricaba chupetes tradicionales desarrolló un sistema basado en inteligencia artificial que colocaba al cliente en el centro de la estrategia y empleaba la inteligencia de datos.
Lo que hizo fue sensorizar el chupete. Instaló dentro del chupete un dispositivo que era capaz de medir la temperatura de la boca del bebé, analizar su saliva y su llanto. Todos estos datos eran enviados a una plataforma en la nube donde, aplicando servicios de inteligencia artificial, ésta era capaz de determinar el estado de salud del bebé e informar mediante una app a sus padres que estaban trabajando, con mensajes push de este tipo: “su niño tiene 37,5º de fiebre, en un 80% de probabilidad puede ser problema de encías, ¿quiere que le reserve una cita con su pediatra?, ¿quiere que le compre Dalsy en la farmacia online?”.
En este caso, el uso de habilitadores digitales (sensores, inteligencia artificial) plataformas de análisis de datos en la nube y algoritmos de inteligencia artificial han transformado el modelo de negocio de esta empresa. De fabricar y vender chupetes por canales tradicionales (farmacias y parafarmacias), han paso a vender aplicaciones de salud infantil en modo de pago por uso, donde el chupete es ahora el receptor del sensor (y sigue siendo un instrumento para calmar al bebé (como lo ha sido toda la vida). ¿Y dónde está el negocio? La empresa comercializaba el dispositivo digital por un lado y cobraba un pago por uso mensual a sus clientes. De esta forma, la pyme de chupetes pasó de fabricar chupetes de los de siempre a vender un servicio de pago por uso al estilo Netflix o Spotify.
Al hilo de lo que comentábamos, Netflix, HBO o Spotify son también buenos ejemplos de una completa transformación digital, en este caso, de un sector entero. Si antes teníamos cintas o CDs con música y películas e incluso vinilos para los más vintage, ahora disponemos de estos servicios de pago por uso con un inmenso catálogo de música, películas y series disponible en todo momento desde cualquier dispositivo fijo (televisión) o móvil (tableta, smartphone, etc.) simplemente disponiendo de una conexión a internet.
Netflix, HBO o Spotify son también buenos ejemplos de una completa transformación digital, en este caso, de un sector entero.
¿Qué fue antes el huevo o la gallina?
Para finalizar y llegados a este punto, nos enfrentamos a la última pregunta de este artículo: ¿Qué fue antes el huevo o la gallina? ¿Primero la digitalización o la transformación digital? Seguro que, si has llegado hasta este punto, podrás responder a esta pregunta sin problema.
Si una empresa comienza un proceso de transformación digital, no podrá llevarlo a cabo con éxito si antes no se ha digitalizado. Es una cuestión de cultura empresarial. Si la digitalización no ha entrado por la puerta de la empresa, la transformación digital saldrá por la ventana. La empresa debe estar digitalizada para acometer su transformación digital.
La digitalización es parte del recorrido que tiene que caminar una empresa en su proceso de transformación digital, pero en la mayoría de los casos, la empresa se quedará únicamente en el proceso de digitalización si no necesita o busca transformar por completo su modelo de negocio.